Por John Jairo Bohórquez Carrillo
Médico, Magíster en Administración en Salud
Twitter: @Johnbo100
¿Cuántas verdades incómodas de un sistema de salud pueden salir a flote con una pandemia?
1. La salud no son sólo hospitales y médicos y enfermeras. Hay que cuidar la salud de la gente para que no enferme. Son dos cosas distintas y complementarias. Como dijo el doctor Mario Rovere, de Argentina: “Entre enfermar y no enfermar está la política. Entre enfermar y fallecer están los servicios de salud”.
2. El trabajo en los hospitales es agotador y riesgoso. Hay que cuidar la salud del profesional de la salud. Mínimo, un trabajo decente.
3. Nadie en el mundo está preparado para catástrofes mayores. Ni en infraestructura hospitalaria, ni en medidas preventivas.
4. Ahora sí es clarito: "La política es medicina a gran escala" y “La política es la punta del iceberg de la economía”.
5. Sistemas de atención médica convertidos en negocios son un peligro para la salud.
6. Si el Estado se pone las pilas puede contener o también puede propagar.
7. Nadie más encartado que un gobierno para enfrentar esto. Ninguno estaba preparado.
8. Los virus son uno de los muchos enigmas o "cocos" de la medicina.
9. Tanta tecnología, tanta ciencia, tanto Estado, y no se pudo evitar que un virus se hiciera pandémico.
10. Unos lloran y otros hacen pañuelos (o tapabocas). #AsíEsLaVida.
11. El pánico es más peligroso que un virus o una bacteria.
12. Los grandes medios pueden ayudar o empeorar todo.
13. Los científicos están perplejos. Nadie sabe a cabalidad ni el origen ni la terapéutica efectiva y segura. Esta pandemia los desbordó. La ciencia es una construcción social y política que toma su tiempo, que tiene su ritmo.
14. Se hizo más delgada la línea entre ciencia y mercado. El complejo médico-industrial mundial es el que pone las condiciones, los rumbos y la velocidad.
15. La carrera por encontrar la vacuna contra el Covid-19 se perfila como la gran apuesta de los grandes inversionistas y como el nuevo y prometedor escenario de la lucha por la hegemonía mundial.
Y, además, va quedando claro después de un semestre de la pandemia del Covid-19:
1. No hay tratamiento farmacológico oficial, ni vacuna.
2. El aislamiento aplana la curva, la frena, no la desaparece.
3. Se desnudó el pico epidemiológico de la otra pandemia, la de la pobreza.
4. Se desnudó la incapacidad del Estado neoliberal para afrontar pandemias de cualquier tipo.
5. Se desnudó la precarización laboral de los profesionales de la salud.
6. Se desnudó el riesgo laboral de los profesionales de la salud, por contagio o por agresiones.
7. Se desnudó la vida artificial, esa que niega la vida simple y natural.
8. Se desnudó el consumismo: ¡cuántas cosas que no necesitamos también mantienen la economía!
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